DifundeEl Despertar de Unar (12 Pasos de un Caminante) Unar había vivido toda su vida aferrada a sus sueños, construyendo castillos en …
En un rincón olvidado del mundo, donde las sombras susurraban y el viento llevaba secretos, vivía Unar. Su nombre, que en la lengua antigua significaba «la que brilla», era un eco de la luz que alguna vez irradió. Unar había aprendido a moldearse, a ser lo que los demás esperaban, a encajar en los estrechos moldes de sus pensamientos y deseos. Pero cada transformación la dejaba más tenue, más frágil, hasta que apenas era una sombra de sí misma.
Un día, mientras caminaba por el sendero de su vida, Unar se detuvo. Miró hacia atrás y vio las huellas de luz que había dejado, ahora oscurecidas por las sombras de la conformidad. «No más», susurró con una voz que temblaba como una llama a punto de extinguirse. «No renuncies a tu esencia para adaptarte a la limitada percepción que otros puedan tener sobre ti. Tal esfuerzo es en vano. Al suprimir quién eres realmente para satisfacer a los demás, extingues el brillo único que te caracteriza».