Difunde1CompartirEL OBSERVADOR INTERNO (12 Pasos de un Caminante) En el espejo de la vida, Unar buscaba reflejos que le sonrieran o fruncieran …
Unar siempre había creído que el destino era algo escrito en las estrellas, inmutable y eterno. Pero esa tarde, mientras observaba el ocaso desde el viejo muelle, comprendió que había algo más volátil y poderoso que el mismo destino: sus sentimientos.
“Nadie es culpable de lo que sientes”, le había dicho una voz sabia en sueños. “Tú eres quien opta por los sentimientos que tienes ahora mismo. Solo tú.”
Con esa revelación, Unar se levantó y decidió que ya no sería esclavo de la melancolía que lo había acompañado durante años. Optó por la esperanza, por la alegría de los pequeños momentos, por el amor que aún no había encontrado, pero que sabía, estaba en algún lugar dentro de sí mismo, esperándolo.
Desde ese día, Unar no solo cambió su forma de ver la vida, sino que también transformó la de aquellos a su alrededor. Porque cuando eligió la luz, se convirtió en un faro para los demás, demostrando que, en efecto, somos arquitectos de nuestras emociones.
Nurchy Barri
20/04/24