Cuántos sufrimientos, cuántas alegrías
¿Hace cuánto vivo este juego perverso?
Viviendo en territorio de ellos…
Estar sin ser,
queriendo comunicarnos,
ser asistidos,
ayudar a serlo;
quizás una
eternidad para llegar a ello…
Para llegar a este reencuentro,
venir de alguna otra línea cronológica,
reconectar, volver, volver…
Un pasado sin saber, sin recuerdos,
sin ver dónde estábamos parados,
más ahora conociendo este terreno…
En territorio de ellos, es mi caso, lo veo;
pero otros, familia, amigos, conocidos;
marchan sin saber donde están viviendo.
Muchas, muchísimas vidas,
siendo pateados como pelotas,
no es momento de rendirse…
Yo no me rindo, no otra vez;
no bajo las manos para que me sigan pateando,
teniendo la posibilidad de liberarme.
Sigo con este sentimiento,
con esta vocación, ayudar a los demás;
apoyando desde lo que soy…
Trascender hacia la unidad,
hacia la atemporalidad,
hacia el desconocido Amor…
Conectar con la verdadera Fuente Creadora,
no con la aparente, falsa, impostora fuente.