En el pequeño pueblo de Mentes Claras, había una división peculiar entre sus habitantes: los incautos, los inteligentes, los malvados y los estúpidos. Entre todos ellos, los estúpidos eran considerados los más peligrosos.
Los incautos, a veces ingenuos, no causaban daño a propósito. Los inteligentes trabajaban para el bienestar de la comunidad. Los malvados, aunque egoístas, seguían una lógica retorcida.
Pero los estúpidos, ah, los estúpidos eran un enigma. Su comportamiento era impredecible, y su ignorancia llevaba a resultados desastrosos. A menudo, las mentes claras subestimaban su potencial nocivo, sin darse cuenta de que la verdadera amenaza estaba entre ellos.
Nurchy Barri
27/04/2023
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