Soy inteligente…
Cuando la mirada de un niño me inspira,
cuando cada uno de mis días es una estación consciente
de una verdadera y no ilusoria elección de vida,
cuando siento merecer la auténtica libertad,
y mi único deseo es expresar la consciencia real,
cuando soy responsable de todas mis acciones,
y vivo desde la empatía.
Soy inteligente…
cuando observando me observo y me vuelvo creativa
y la coherencia es un reto, un deber, una disciplina.
Soy inteligente si el miedo no me paraliza,
si puedo mirar hacia atrás;
perdonarme, perdonar y pedir perdón.
Soy inteligente cuando a pesar de todo
muestro mi mejor cara, mi mejor sonrisa,
en momentos que sólo me queda una lucecita,
y hago otra vez de ella una antorcha,
una fogata, una llamarada.
Soy inteligente si mi vida para otros también es efectiva,
si no me rindo y además puedo intuir los cambios
cuando son necesarios en mi vida,
cuando cuido este vehículo que es mi cuerpo,
cuando se que no soy solo ese cuerpo;
sino energía que trasciende materia, espacio y tiempo,
cuando hay el deseo sentido y permanente
de expansión y de voluntad consciente.
Soy inteligente si me doy al mundo en presencia silenciosa,
también activa y en mi Ser sostenida,
traspasando con ella corazones y mentes
con una vibración verdadera, amorosa, sentida…
Soy inteligente si con mi vida ayudo a recordar
que dentro de nosotros subyace lo más hermoso,
ayudo a los otros a darse cuenta del engaño legendario,
a ver más allá de lo aparente,
a ser consciencia sostenida de la Verdadera Fuente.
Nurchy Barri
2016