Asoma con fuerza serena,
la niña perdida, ignorada;
más no anulada, ni aniquilada.
Insistente, segura, precisa,
asoma con fuerza la niña olvidada.
La niña, por mí recordada,
la niña esencial, reconocida;
nunca más será olvidada.
Niña fresca, niña creativa;
de mi esencia, convencida.
Aquí estoy, ahora reiniciada,
desde esta madurez renacida,
las nubes del tiempo ahora me adornan.
Conocimiento, entendimiento, sabiduría;
perlas de mi consciencia genuina.
Soy inocente, otrora engañada,
diluyo hoy las culpas ficticias.
Inocencia sabia y serena;
mi fuerza original, debilidad superada.
Soy mi inocencia sabia, activa.
Avanza con fuerza serena, la niña olvidada.