Atenta a mi misma,
a la conciencia de cada instante,
a cada pensamiento…
«Molinos de viento»,
existiendo, pareciendo…
¿Quién los ha hecho?
Aparecen sin mi permiso,
queriendo dominarme,
inducirme, controlarme.
Atenta a mis deseos,
a lo que hago y pienso,
a mis emociones, sentimientos.
Escudriño, disecciono pensamientos;
soy la observadora diminuta
pero en haz de luz potente…
«Este David» en mí presente,
¿Cuántos «Goliats» hay en mi mente?
Genotipos autónomos, vivos…
Quien se piense puro y auténtico;
que despierte, que se entere
que su mente no le pertenece…
Por eso atiendo…
por eso mi atención es para ella,
para mi impostora, mi mente.
Nurchy Barri
04/11/2019