Cuando abro algo más que mis ojos,
y mis ojos son ventanas a mi Ser;
el reflejo de un corazón alineado,
un corazón vibrando en la lucidez…
Si me recupero a mí misma, observando,
restaurando lo que me ha sido negado;
con paso sostenido y firme, limpiando,
liberando la mente de caprichos y complejos…
Aceptando mi reto, comprendiendo a los otros;
cada uno transitando su camino,
pasando de ser un parlante cacofónico;
pues una vibración elevada vale más que mil palabras…
Cuando mi mente ya no baile sola;
como tirana, anárquica, autoritaria,
apagando por fin el piloto automático,
siendo una sola unidad resonante…
Danzando la vida en unidad y armonía;
mente, corazón y cuerpo físico,
bailando al ritmo de la nobleza,
la nobleza, vibración consonante, ritmo…
La nobleza es el ritmo de la melodía,
melodía que surge en consonancia vibratoria,
emanando vivenciada y unificada,
que danza, juega su vida desde el Amor.
Nurchy Barri
20/11/20