Un derecho es la protección a la acción independiente, es aquello que puede ser ejercido sin permiso de nadie. Como individuo, tengo derecho a la búsqueda y mantenimiento de mi salud personal, tengo derecho a una respiración plena, tengo derecho a no contaminar mi tracto respiratorio con bacterias, tengo derecho a que el aire que respiro se recicle y a recibir oxigeno en mis pulmones, sistema respiratorio, y sistema sanguíneo.
Entonces… dejando ya de ignorar nuestros derechos inalienables como seres humanos. Sabiendo que las «ovejas» no tienen ni puñetera idea, ni la más mínima sospecha de que para los amos, o amo (pastor, pastores); son solo ganado; es más, una oveja ni siquiera sabe lo que ella misma es, es conocida por los amos, pero no se conoce a sí misma.
Desde lo dicho anteriormente; cuando una persona se piensa, percibe lo que le han contado que ella es como masa, y los elementos distintivos de su personalidad, y de su aspecto físico, jamás se pensará oveja, pero justamente; será cuando acepte eso; el principio del camino para abandonar el rebaño. Tampoco se deja de ser oveja de un día para otro, puede ser un largo camino de desprogramación mental.
Los amos, a lo largo de la historia; siempre han utilizado el mismo sistema para doblegar a los rebeldes, a los disidentes; la presión del rebaño, la cual muchas veces comienza y permanece en tu hogar, dulce hogar…
Estos regresivos amos, no son muy creativos que se diga; siempre, siempre repiten. Miremos un poquito más atrás en la «historia normalita». Pero ellos también saben muy bien; porque conocen a sus ovejas, que estas siempre, siempre olvidan, que tienen un cerebrito que poco asocia, que poco ata cabos…
Un derecho es la protección a la acción independiente, es aquello que puede ser ejercido sin permiso de nadie. Como individuo, tengo derecho a la búsqueda y mantenimiento de mi salud personal, tengo derecho a una respiración plena, tengo derecho a no contaminar mi tracto respiratorio con bacterias, tengo derecho a que el aire que respiro se recicle y a recibir oxigeno en mis pulmones, sistema respiratorio, y sistema sanguíneo.
Puedo y así lo hago; por compasión a lo que le han hecho creer al «rebaño», respetar su terror a ser contagiado por el fantasmavirus, apartarme de ellos lo más que pueda, sin usar el símbolo de la humillación y reflejo de la ignorancia, la sumisión y respeto a unos expertos, en quienes tenemos que creer por «fe». Sin más pruebas, sólo porque sí. Las ovejas no razonan, solo creen, son creyentes, tienen fe, fe de que todo pasará, fe en los amos, fe en los médicos, fe en los jueces, fe en el sistema; están programadas para que así sea.
Respeto tus derechos; respeta tú los míos… ¿Cómo?
Si eliges creer que usar una mascarilla protege tu salud y tu vida, y la usas, yo te respeto ese derecho, pero yo elijo que no, yo no violaré tu derecho a usarla, no violes tú el mío a no hacerlo. Tengo derecho a la búsqueda de mi felicidad, y llevar un bozal me estresa, me agobia, Tengo derecho a la vida, y llevar un bozal me asfixia, me ahoga, me contamina, me enferma. Tengo derecho a la libertad de cuestionar, y cuestiono todo lo que se me cuenta sin darme pruebas de su veracidad. No creo en amos benevolentes y protectores, no soy creyente.
El rebaño tiene derecho a querer seguir viviendo, tiene derecho a preservar su vida o a creer que la preservará usando mascarillas, pero no tiene derecho a obligar a otros o a presionarles a creer y hacer lo mismo. No tenéis derecho a presionarme a perjudicar mi salud, a limitar mi libertad y mi felicidad.
No va de hacer lo que me de la gana a costa de vosotros, no es ese tipo de individualismo irresponsable. Porque no voy yo por las calles arrebatando mascarillas de las bocas de nadie, de la misma manera espero que nadie me obligue a llevarla. Porque si tanto protege el bozal, pues ya lo lleváis puesto vosotros ¿No?
Estoy en mi derecho de no sacrificar mi salud personal en nombre de un muy dudoso bien común.
Nurchy Barri
11/08/2020